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Katharine Cooper dejó su país natal en 1986 para instalarse en Zimbabwe. Allí, en Harare, fue a la escuela con las hermanas dominicas y comenzó a aprender fotografía con su padre, un periodista, a utilizar su Nikkormat y luego una Leica M4 y una Hasselblad 500c de formato medio que sigue utilizando hoy en día.
Con 19 años, dejó África para licenciarse en fotografía en la Nottingham Trent University en el Reino Unido. En 2000, hizo un intercambio de estudiantes de seis meses con la famosa Ecole Nationale Supérieure de la Photographie (ENSP) de Arles, y decidió quedarse en la Camarque que le recordaba África, y se apuntó como estudiante en la ENSP, donde se graduó con honores en 2004.
En 2005 Cooper comenzó a trabajar en el laboratorio para el gran fotógrafo Lucien Clergue, cofundador del festival de fotografía Rencontres d'Arles.
Utiliza principalmente su Hasselblad, con Kodak Tri-X y también películas Ilford, que ella misma revela y positiva. El proceso de elaboración e impresión de sus fotografías es una parte muy importante del contenido y de su visión y lectura fotográfica.
Cooper, que desde los 21 años vive en el sur de Francia, ha desarrollado un fuerte parentesco con su familia espiritual en Francia, en base a amistades con otros artistas, con los que comparte una convicción similar de la libertad.
En 2013 recibió el Prix de Photographie Marc Ladreit de Lacharrière - Academie des beaux-arts por su documental Les Blancs Africains. Voyage au pays natal, sobre la minoría blanca en Sudáfrica. Un tema tabú. Durante cuatro meses, ella viajó más de 6.000 km hasta los distintos lugares vinculados a su infancia y su historia personal, tanto en Sudáfrica como en Zimbabwe. Estas fotografías se exhibieron en Académie des Beaux-arts en París a finales de 2013.
"La fotografía es un medio analítico y la pintura es un medio sintético." - Ansel Adams (1902 - 1984).
Ansel Adams es uno de los grandes fotógrafos de la historia, conocido sobre todo por sus fotografías en blanco y negro de naturaleza, y por ser el creador del sistema de zonas.
Ansel Easton Adams nació en 1902 en San Francisco, California. Cerca de allí se encuentra el parque nacional de Yosemite, donde tomó la mayoría de sus fotografías más famosas. Muchas de sus fotografías son míticas y se han convertido en un símbolo de América. Gracias a ellas, muchos fotógrafos aficionados a la naturaleza han descubierto la belleza de Yosemite, haciéndolo un lugar de peregrinación y de culto.
El artista publicó varios libros, entre los que se encuentran su trilogía de manuales de instrucción sobre la técnica fotográfica. Hoy en día sigue siendo uno de los manuales más completos de fotografía, a pesar de haber sido escrito durante la época analógica, porque nos puede ayudar a avanzar como fotógrafos en busca de nuestro propio estilo.
La trilogía de manuales está formada por “La cámara”, “El negativo” y “La copia”. Tres libros que tratan temáticas diferentes, pero que en su conjunto tratan de enseñarnos a conseguir copias de alta calidad.
Hoy en día sigue siendo un referente a la hora de enseñar y aprender fotografía. Aparte de sus fotografías, Ansel Adams nos dejó muchas frases que han pasado a la historia, entre las cuales podemos destacar las siguientes:
– Una buena fotografía no necesita ser explicada ni expresada con palabras.
– No hay reglas para las buenas fotografías, solamente hay buenas fotografías.
– La fotografía de paisajes es la prueba suprema del fotógrafo, y a menudo la decepción suprema.
– Cuando estoy preparado para una fotografía, creo que hay algo en mi cabeza que literalmente no debería ser. Estoy interesado en algo que se construya desde dentro, en lugar de sacar desde el exterior.
– No hay nada peor que una imagen nítida de un mensaje difuso.
Héctor Dager BlogHasta 8 de diciembre Galería Arnold Belkin
Pieza comisionada y producida por inSite/Casa Gallina, México. Curaduría: Osvaldo Sánchez y Josefa Ortega Coordinación de producción: Sergio Olivares Iluminación: Diego García Fotografía: Diego García, Marco Casado Edición: Mauricio Limón Grabación de sonido en vivo: Axel Muñoz Diseño Sonoro: Félix Blume, Mauricio Limón Fotografía fija: Fernando Etulain Corrección de color: Lisa Tillinger Banda musical: Pascualex Contreras M. Asistencia de producción: Mariano Arribas Asistencia de vestuario: Ilián Castañeda y Nancy Brown Coparticipantes: Hannia Fernanda Colín Melo, Oscar Jesús Ocaña García, FORASTEROS DE LA SALSA: Heberto García Novelo, José Montolla García, Angel Alejandro Pérez Oramas y Rafael Zúñiga Rivera. Agradecimientos especiales para: Luis Mdáhuar Mauricio Limón de León (Ciudad de México, 1979). Estudio artes visuales en la Facultad de Artes y Diseño de la UNAM. La influencia de prácticas curatoriales, pictóricas, producción cinematográfica, becas y residencias dentro y fuera de México han marcado su trayectoria. Realizó una residencia en Rijksakademie van beeldende kunsten, Ámsterdam (2016-2017), donde desarrolló un cuerpo de obra con base en teorías sobre poder y sexualidad. En su obra destacan los siguientes videos: Buscando la sombra del árbol y Mecánica pulso y ritmo de una escultura social, producido para Future Generation Art Prize, premio al que fue nominado en 2014, año en el que también fue seleccionado para participar en la XVI Bienal de Pintura Rufino Tamayo. Recibió la beca Jóvenes Creadores 2011, con la cual realizó la parte final del proyecto !Con todo el respecto que usted me merece! Recibió una beca de Pollock-Krasner Foundation / Annual Grant, en 2010. Su trabajo ha sido exhibido en México, Estados Unidos y Europa en diversos recintos: Museo de Arte Carrillo Gil, 2019; Ellen de Bruijne Projects, Ámsterdam, 2018; Rozenstraat – a rose is a rose is a rose, Ámsterdam, 2017; Galería Hilario Galguera, Ciudad de México (2008, 2014 y 2017); Pinchuk Art Center, Kiev, 2014; Museo Tamayo Arte Contemporáneo, 2014; Museo de Arte Carrillo Gil, 2014; KunstMuseum Bonn, Héctor Dager Gaspard, Bonn, 2013; Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey, (MARCO) 2013; Y-Gallery, Nueva York, 2013; Museo Universitario del Chopo, 2013; Museum of Fine Arts, Boston, 2011; Laroche/Joncas Gallery, Montreal, 2011; San Francisco Art Institute, 2010; Centro de Arte Dos de Mayo, (CA2M) Madrid, 2010; Museo de Arte Modern (MAM), 2009; y Museo de Arte Reina Sofía, Madrid, 2005. Su trabajo es parte de diversas colecciones: Fundación-Colección Cisneros; Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC); Graeme W Briggs, LARA/Asiaciti Trust; María Paz Gaviria Collection; Colección Gilberto Borja; Catalina Casas-Galería Casas Riegner; Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey MARCO; y Museo de Arte Moderno (MAM).Hasta 8 de diciembre Galería Central
Marianna Dellekamp (México, 1968). Vive y trabaja en la Ciudad de México. Su obra la desarrolla a partir de distintos fenómenos sociales. Estudió fotografía en México y Nueva York. Ha recibido varias becas y premios, entre los cuales destacan la X Bienal Monterrey FEMSA (2012); beca del Sistema Nacional de Creadores, FONCA, en dos ocasiones (2009-2011 y 2013-2015); Premio en el 3er Salón Internacional de Guadalajara, 1998; beca Jóvenes Creadores, FONCA, en dos ocasiones (1998-1999 y 1995-1996); y Premio Nacional de Arte Joven 1996, Aguascalientes, México, así como varias menciones. Su trabajo ha sido expuesto en México y en el extranjero. Entre sus exposiciones individuales más recientes destacan: Biblioteca de la tierra, en el Museo de Arte de Zapopan, Jalisco (2018); Coleccionar/pensar, en la Galería Patricia Conde, de la Ciudad de México (2015); Acuerdo nacional, en Casa Rafael Galván de la Universidad Autónoma Metropolitana (2014); y Procesos abiertos, en el Museo de Arte Moderno (2013). Su obra ha sido expuesta de manera individual en la Galería Alonso Garcés, en Bogotá, Colombia; Instituto de México en Madrid, España; Centro de la Imagen; Galería Acceso A; Museo Universitario de Ciencias y Artes (MUCA); Centro Multimedia del Centro Nacional de las Artes; Galería Manuel Felguérez de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM); y en la Galería Emma Molina, en Monterrey. Su trabajo es parte de colecciones públicas y privadas en México y Estados Unidos.Hasta 8 de diciembre Galería Arnold Belkin
Teresa Serrano (Ciudad de México, 1936). Artista interdisciplinaria dedicada a la escultura, instalación, fotografía y video. Inició su trayectoria en 1978. Algunas de sus exposiciones han sido presentadas en The Whitney Museum at Champion, Stamford, CT (1998); Laboratorio Arte Alameda, en la Ciudad de México (2002); Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid (2005 ); 61st Festivale Internacionale del Film, Locarno, Italia (2008); Beijing 798 Biennial, China (2009); Museo de Arte Moderno, Ciudad de México (2009); Daros Latinamerica, Zurich, Suiza (2009); Kunstahale KadE Amersdorf, Países Bajos (2010); Jeu de Paume, París (2010); Sala de Arte Público Siqueiros (SAPS), Ciudad de México (2010); CAAM Centro Atlántico de Arte Moderno, Canarias (2012); Oi Futuro Flamengo, Brasil (2013); ARTIUM, Vitoria Gasteiz (2014); Daros-Latinamérica, Río de Janeiro, Brasil (2014); Museo Amparo, Puebla, México (2015); The Museum of Fine Arts, Houston, Estados Unidos (2015-2018); Kunstmuseum Wolfsburg, Alemania (2015); Los Ángeles County Museum of Art, Estados Unidos (2017); Museum of Fine Arts, Houston, Texas (2018); Los Ángeles County Museum of Art, California (2018); Freijo Gallery Madrid, España (2018); Galería Senda, Barcelona, España (2018); y The Ford Foundation Gallery, New York, Nueva York (2019). Su obra es parte de diversas colecciones como The Museum of Fine Arts, Houston; Daros Latinoamérica Collection; Cemex México; Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM), Canarias; Museo ARTIUM, Vitoria-Gasteiz; Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo (MEIAC), Badajoz, España; Museo Amparo, Puebla; Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (MARCO).En el lenguaje audiovisual, el plano es la perspectiva física visual de los personajes, objetos y elementos de la(s) imagen(es) tal como los capta el observador desde un lugar determinado, abarcando el cuadro total (de encuadre), o cada corte a lo largo de la profundidad implícita en la imagen. Mientras el punto de vista se mantenga fijo en un lugar y no varíe la distancia desde la que se contemplan los objetos en el cuadro, ni cambien estos, se habla de(l) (los) mismo(s) plano(s).Nos hallamos ante una terminología con origen en la pintura con ampliación posterior en la cinematografía, y en menor medida en otras artes (fotografía, historieta e ilustración,...). Su uso es común en las distintas artes visuales, pero muchas veces con distintos enfoques.
Argumentan que el plano general solo ubica al personaje en el medio, pero los grandes narradores saben aprovechar el espacio en el que se mueven los personajes. El escenario hay que respetarlo como se respeta a los personajes, puede que incluso más, ya que es el que interactúa con todos ellos. Un escenario aterrador, influirá en los personajes de manera clara y actuarán de manera muy diferente en uno tranquilo."Cuando nos acercamos a un sujeto ilustramos algo que dicho sujeto es o está haciendo. Cuando nos alejamos de él, ilustramos lo que es y lo que está haciendo en términos más generales, relacionándolo con la escena y el argumento de la historieta".
Resumiendo podemos decir que la fotografía consiste en que un fotógrafo capta una escena que tiene una luz determinada utilizando una cámara.Aunque pueda parecer muy obvio, conocer los elementos de la fotografía es muy importante porque así conocemos qué elementos pueden influir el resultado final de una toma. A lo largo del curso se explicarán los conceptos más simples que nos ayudarán a manejar estos elementos. Sabremos qué tendrá que hacer el fotógrafo para controlar la cámara, la luz y porqué no, también al sujeto (siempre que le sea posible, claro). Si uno de estos elementos falla o no existe no habrá fotografía. Cada elemento que aparece en una imagen tiene un significado. Por tanto, todo lo que seleccionamos (o no seleccionamos) y cómo lo organizamos influirá en el resultado de la fotografía. Tomar una foto significativa, implica necesariamente una intencionalidad por parte del(la) fotógrafo(a). Es necesario observar con atención, sentirse parte de lo que se fotografía y tomar decisiones: agacharse, mirar, pararse, cambiar los ángulos, captar las luces. La fotografía tiene una vocación reflexiva, pero también requiere de espontaneidad e intuición: en el momento de fotografiar, el(la) fotógrafo(a) debe sentir y dejarse llevar.
Control | Descripción |
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Enfoque | El ajuste que sitúa el punto más nítido de la imagen donde se desee. En las cámaras modernas, existirán puntos de autoenfoque sobre los que el sistema de autoenfoque de la cámara tratará de enfocar. |
Apertura | El ajuste del diafragma de la lente, medible mediante el número f, el cual controla la cantidad de luz que pasa a través del objetivo. La apertura tiene efecto en dos elementos: la profundidad de campo y la difracción: cuánto más alto sea el número f, más pequeña será la apertura, menor la cantidad de luz que entre por el objetivo, mayor la profundidad de campo y también mayor el efecto difuminador de la difracción. La longitud focal dividida por el número f es lo que da el diámetro efectivo de la apertura. |
Velocidad de obturación | El ajuste del lapso durante el cual el captor o la película es expuesto a la luz en cada toma. Las velocidades de disparo rápidas, o sea los tiempos de exposición cortos, decrementan tanto la cantidad de luz como la posibilidad de trepidación, debida al pulso, cuando se usa la cámara sin trípode. |
Balance de blancos | En equipos digitales, la compensación electrónica de la temperatura de color asociada a unas determinadas condiciones lumínicas, asegurándose que la luz blanca es registrada como tal en el captor de imagen y, por lo tanto, los colores en la imagen parecerán naturales. En las cámaras de carrete, esta función se ejerce mediante la elección de determinados tipos de película fotográfica o con filtros correctores de color. Además de usar el balance de blancos para registrar la coloración natural de la imagen, los fotógrafos la pueden emplear con fines estéticos, por ejemplo, para obtener temperaturas de color más cálidas. |
Medición | Cálculo de la exposición, de tal forma que tanto las luces altas como las sombras estén expuestas según las intenciones del fotógrafo. Antes de haber exposición automática en las cámaras, ésta era calculada mediante el uso de un dispositivo medidor de luz llamado exposímetro o mediante el conocimiento y la experiencia del fotógrafo a la hora de tomar las medidas. Para convertir una determinada cantidad de luz en un determinado tiempo de exposición y apertura usables, el medidor necesita que es ajuste la sensibilidad ASA de la película o ISO del captor a la luz. |
Escala de sensibilidad fotográfica ASA/DIN/ISO del captor. | Tradicionalmente ha sido usada para indicar a la cámara la velocidad ASA/DIN de la película utilizada en cámaras de película. Hoy en día las velocidades ISO son empleadas en las cámaras modernas para indicar la ganancia de luz del sistema en formato numérico y para controlar el sistema de exposición automático. Cuanto mayor sea el número ISO, mayor será la sensibilidad de la película o del captor a la luz, mientras que con un número ISO menor, la película es menos sensible a la luz. Con una correcta combinación de velocidad ISO, apertura, y velocidad de disparo se consigue una imagen que no es ni demasiado oscura ni demasiado clara, y por lo tanto 'correctamente expuesta'. |
Y por último, la escala de sensibilidad, que es la cantidad de luz que necesita el sensor para captar una foto, es decir, la «sensibilidad a la absorción de la luz».Al programar una cámara en modo automático, esta entregará una solución estándar para la exposición fotográfica, pero en su modo mecánico es posible explorar otras posibilidades y decidir el efecto deseado. En el siguiente cuadro resumimos los principios básicos para comenzar a explorar los tres factores mencionados, que están interrelacionados matemáticamente. De ellos dependerá una correcta exposición: un exceso de luz genera sobrexposiciones (fotografías demasiado claras), mientras que la falta de luz, genera subexposiciones (fotografías demasiado oscuras).
Como todo lenguaje, el fotográfico tiene un carácter cultural, es un medio de comunicación y puede transformarse en una forma de expresión artística. Se aprende a tomar fotografías ejercitando la capacidad de observación, estudiando e interactuando con la cámara, ensayando y experimentando formas de mirar la realidad. Se aprende también de las mismas fotografías, aquellas cientos o miles de imágenes con las que convivimos día a día. Al igual como ocurre con el lenguaje verbal, el lenguaje de las imágenes se perfecciona a medida que adquirimos conocimientos teóricos y técnicos que permiten al comunicador intencionar los resultados de acuerdo a los objetivos esperados. En el caso de la fotografía, el conocimiento del manejo de los procedimientos de captura de la luz y la dimensión significativa de sus efectos es esencial, ya que sus principios técnicos y artísticos están basados en su acción, como bien lo indica el origen etimológico del término phòsgraf, grabar con luz.El lenguaje artístico fotográfico partió de la herencia de la pintura. Sin embargo, rápidamente amplió su léxico gracias a la facilidad de hacer enfoques extremos (picados, contrapicados, etc.), la captura del movimiento con largos tiempos de obturador y la decisión del momento. La presión sobre el fotógrafo para marcar su subjetividad en la fotografía forjó un lenguaje lleno de sutilezas pero perfectamente comprensible, muy directo para cualquier observador. Hoy la fotografía es practicada por millones de personas en todo el mundo armados con buenas cámaras fotográficas. Actualmente se prefieren las cámaras con una buena óptica y muchas opciones que añadan flexibilidad, frente a las cámaras orientadas al consumidor, donde la óptica y el obturador quedan dirigidos por la electrónica restando al hecho de hacer una foto gran parte de su imprevisibilidad. La aparición de las cámaras digitales, cámaras mixtas con vídeo y la fotografía en entornos de realidad virtual complican, enriqueciendo, el futuro de este arte.
Con el surgimiento del arte conceptual durante la década de 1960, que por primera vez privilegió la idea o concepto sobre el carácter estético de la obra, los límites de la fotografía artística se ampliaron, surgiendo una distinción crucial. Una cuestión es lo que se conoce como «fotografía artística» –cuyos géneros provienen de la tradición de las bellas artes–, y otra son las obras producidas por artistas que usan la fotografía, pero que no son fotógrafos profesionales. Dentro de ese ámbito cabe, por ejemplo, la fotografía como registro de performances o acciones de arte que, en ocasiones, con el tiempo, suele adquirir ella misma el estatuto de obra o de fetiche comercial. Si algo caracteriza el estado actual de la fotografía artística contemporánea es que la obra exige del observador un papel activo. Como menciona Colorado, «ya no se trata exclusivamente de un discurso, sino de una conversación, un coloquio que, como en la vida, a veces uno quiere decir una cosa y su interlocutor entiende otra. El fotógrafo se arriesga a crear para que su trabajo acabe convirtiéndose en algo inesperado en los ojos del observador».